¿Cómo sacarle los gases a tu bebé?: 3 métodos infalibles

En los primeros meses de vida, tu bebé seguramente tragará aire al comer, ya que aún no controlará la técnica de succión, por lo tanto, es fundamental que puedas ayudarle a expulsar sus gases.

Los gases para los bebés recién nacidos suelen ser muy molestos y causar mucha incomodidad, y, por ende, pueden provocar el llanto, pero ¡no desesperes!, sigue leyendo y descubre 3 métodos infalibles para sacar sus gases que, de seguro, muy intuitivamente, sabrás aplicar:

Método 1: Mientras aún está comiendo

Aunque tu bebé todavía esté comiendo, puedes realizar pausas que lo ayudarán a expulsar el aire que va tragando, para que no se acumule en su interior.

Aprovecha las pausas para darle unas palmaditas suaves en su espalda y así el aire saldrá más fácilmente.

Puede ser que tu bebé se moleste un poco porque le interrumpes su momento de lactancia, pero en el fondo sabes que valdrá la pena, ya que, de esta manera, podrá ir expulsando sus gases, y evitarás que más tarde se sienta incómodo.

Repite este proceso cuantas veces te lo indique tu sentido de mamá, pues, al final del día, solo tú sabes qué es lo mejor para tu pequeño.

Método 2: El Ejercicio de la bicicleta

Este ejercicio es muy efectivo para eliminar los gases de tu recién nacido, y consiste en colocar al bebé acostado boca arriba sobre la cama, cogerle ambas piernitas e ir moviéndolas con suavidad como si estuviera pedaleando. Este movimiento facilita la expulsión de los gases porque ejercerá una presión suave sobre su barriguita.

Método 3: El clásico – siéntate derecha y apoya a tu bebé contra tu pecho

Intenta que la barbilla de tu bebé repose sobre tu hombro mientras lo sostienes con una mano, y, con la mano que te queda libre, ve dándole suaves palmaditas en su espalda. Puedes hacerlo en una mecedora o mecerte suavemente mientras lo haces, esto puede ayudar bastante.

Este método funciona muy bien si tu pequeño está durmiendo, en caso de que te estés preguntando cómo sacarle los gases a tu bebé mientras duerme.

Te dejamos un extra:

Sienta a tu recién nacido en tu regazo o sobre tus rodillas, sostén su pecho y su cabeza con una mano, apoya su barbilla en la palma, de modo que el extremo inferior de la palma esté en contacto con su pecho (presta especial atención en agarrarlo por la barbilla, no por la garganta) y utiliza la otra mano para dar unas suaves palmaditas en su espalda.

Ten la certeza querida mamá, que poco a poco el proceso se te hará más fácil, más familiar y que eres tú quien conoce lo que es mejor para tu bebé, por lo que pronto las dificultades quedarán atrás ¡Confía en ti, lo estás haciendo muy bien!

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